Una vez al año no hace daño

Sabemos que te lavas los dientes todos los días, después de cada comida. Sabemos que cuando te duele una muela acudes al dentista. Que te preocupa el color de tus dientes, tu aliento y lucir una bonita sonrisa.  Y todo esto está genial… pero, no se trata de ir al especialista sólo cuando duele o hay un problema (una caries, un diente roto, sangrado…). Como cada año en tu empresa, si te haces un chequeo general de salud, ¡no te olvides de tus dientes!

Si los cuidas pueden acompañarte por el resto de tu vida. Por ello y porque los dentistas somos muy majos y no solemos morder: ¡visita a tu especialista mínimo una vez al año!

Tenemos muy claro que debemos asistir a la revisión ginecológica anual, que es conveniente realizarse una analítica de sangre cada año o que necesitamos prestar atención a nuestra alimentación si queremos estar saludables. Pero cuando se trata de nuestros dientes, pocas veces le estamos dando la atención adecuada.

No basta con cepillarte después de cada comida, la visita anual al dentista es algo esencial. Y es que la acumulación de placa propia de hábitos como fumar o llevar una dieta inadecuada debe ser eliminada por un dentista.

Aunque tengas una excelente limpieza dental es necesario realizar una visita anual al dentista, ya que un factor muy importante provoca la acumulación de placa y posibles caries en nuestra boca: el pH de nuestra saliva.

Cada persona cuenta con un pH diferente, por eso algunas personas suelen tener una pequeña acumulación de placa y no tener caries, mientras que otras, a pesar de la higiene, sufren con frecuencia estos problemas. En estos casos, una simple limpieza y revisión profesional pueden ayudar a mermar las molestias y las posibles consecuencias, o que se agrave el problema.

Como ya sabes: “mejor prevenir que curar”. La visita anual al dentista te ayudará a mantener una boca libre de sarro, unas encías saludables y sin inflamaciones y unos dientes a salvo de caries o infecciones que puedan ocasionar problemas mayores, como la pérdida de piezas dentales.

La visita al dentista no es tan mala como la pintan. Sonrisas aseguradas. Pero sonrisas bonitas.

Ven a vernos, que una vez al año: ¡no hace daño!