¿Sabías qué el 90% de los españoles tiene caries, el 50% periodontitis y el 30% gingivitis? Pues estas infecciones que afectan a la boca pueden extenderse al resto del cuerpo si no ponemos solución: visitar a tu dentista.
Las infecciones dentales son enfermedades causadas por microorganismos que afectan a los dientes, a las encías y al tejido que sujeta el diente o (periodonto).
Estas infecciones pueden llegar a afectar el resto del cuerpo si no se tratan a tiempo, ya que las bacterias van por la sangre desde el foco principal hasta el corazón, cerebro, riñón, articulaciones… Si una infección bucal es importante en cualquier persona, hay pacientes en los que aún hay que prestar mayor atención: una simple caries en un diabético puede alterar el valor de glucosa en sangre. Y lo más complicado es detectarla porque en las fases muy iniciales esta ataca solo al esmalte del diente y no produce ningún síntoma, por lo que puede despistar a estos pacientes que verán cómo se alteran sus niveles de glucosa sin caer en la cuenta de que pueden ser causados por una infección bucal.
Entonces, ¿cuál es la solución?
Ir al dentista regularmente y no saltarse ninguna revisión, sobre todo si se sufre alguna enfermedad crónica como la diabetes.
¡Cuidado con las encías! Una encía que sangra siempre es indicador de que algo no está bien, así que, nada más notarlo, lo más inteligente es acudir al odontólogo. En el caso de estar embarazada el sangrado puede ser normal. ¡No te alarmes! Pero si tienes dudas no dudes en ir al dentista. Si la gingivitis no se trata a tiempo, puede desencadenar una periodontitis.
Lo dicho: ven a visitarnos. Prevenir es mejor que curar.