Cada 2 meses es aconsejable que cambies de cepillo de dientes (manual), quizás ha llegado el momento y has pensando en lanzarte a la aventura del cepillo de dientes eléctrico. O te lo ha comentado una vecina, que ella lleva un tiempo usándolo y es maravilloso.
O se acerca tu cumpleaños y lo vas a insinuar entre familiares y amigos… no sabes qué hacer ¿te quedas con el cepillo de toda la vida o te lanzas con el eléctrico?
En el fondo y como todo en esta vida: no hay una opción mejor que otra, depende de ti.
Ya conoces los cepillos de dientes manuales, los has usado toda la vida. Ellos nunca te han fallado, funcionan bien y cuando ya han aportado todo a tu causa, los tiras y los repones.
Son más baratos y no necesitan de ninguna fuente de energía (bueno, la de tu brazo y mano). Se deben cambiar más a menudo.
Al contrario de lo que solemos pensar, los de cerdas más suaves funcionan muy bien. Los que poseen diversidad de posiciones en las fibras en el cepillo y movilidad en el cabezal son más eficaces a la hora de llegar bien lejos y a fondo.
Pero los cepillos eléctricos son fantásticos también. Es probarlos por vez primera… y ¡no querer otra cosa! Imitan el cepilla manual de lado a lado y forma rotatoria o con vibraciones. Si bien, son mejores eliminando la placa. Eso sí: si los usas bien. Tienden a ser más agresivos con las encías que sus “hermanos” los cepillos manuales, puede que al usarlos sientas molestias, dolor o incluso sangrado de las encías. En ese caso ven directo a vernos: puede que tengas periodontitis y no lo sepas. Necesitaras nuestro cuidado, cariño y una limpieza profesional.
Son más caros, pero duran más tiempo.
Elijas el que elijas: no dejes de lado el uso del hilo dental. Ni de hacerte revisiones periódicas.
Y como hemos dicho al principio: no hay malas elecciones, sólo elecciones.
Manual o Eléctrico: sólo depende de ti.