Cómo afecta el estrés a la salud bucodental

Pocos serían capaces de concebir el mundo de hoy sin el estrés, un compañero de viaje inseparable desde que nos levantamos hasta que nos acostamos y, en muchos casos, incluso mientras dormimos. El estrés, la tensión y la ansiedad son síntomas casi inseparables y todos afectan a nuestra boca de manera progresiva y silenciosa, de manera que es muy complicado darse cuenta de sus efectos y ponerles remedio.

Manifestaciones del estrés en la boca

La manifestación más común de estrés a nivel bucodental es el bruxismo o rechinar de dientes durante el suelo. Estas afecciones son más comunes en hombres entre los 30 y 50 años y surgen cuando, debido a la tensión acumulada durante el día, apretamos la mandíbula, las arcadas chocan entre sí y los dientes rechinan.

De no poner remedio a este problema a la larga nuestras piezas dentales se irán desgastando, se reducirá su tamaño original y el nervio se verá seriamente afectado.

Pero este no es el único problema bucodental causado por el estrés. Este también afecta a nuestra eficiencia al cepillarnos los dientes y al tiempo que dedicamos a nuestra higiene diaria. ¿Cuántas veces no te has pasado la seda dental porque ibas con prisa? Este tipo de pautas son la antesala de la gingivitis, una de las enfermedades bucales más frecuentes causada por la acumulación de sarro y placa en las encías que hace que estas se inflamen y sangre.

Por otra parte, la hormona del estrés, el cortisol, genera inflamación de los tejidos, lo que causa periodontitis.

Otras consecuencias del estrés en la salud dental:

Trastornos temporomandibulares: Se cree que el estrés es un factor del trastorno temporomandibular. Las situaciones estresantes pueden agravar el trastorno temporomandibular por el uso excesivo de los músculos de la mandíbula, como por ejemplo el bruxismo, con el que se rechinan o aprietan los dientes.

Aftas y herpes: Las aftas (úlceras en la cavidad oral) son de aparición frecuente ya que se produce un evidente descenso de las defensas de nuestro organismo. Las úlceras en la boca habitualmente se desencadenan por un traumatismo, como por ejemplo morderse en la mejilla, una pequeña lesión en la encía como consecuencia de un cepillado dental demasiado traumático. Pero al estar sometidos a altos niveles de estrés nuestro organismo presenta más bajas las defensas de lo habitual, ayudando así a la aparición de estas pequeñas úlceras.

Sequedad bucal y caries: Con el estrés se reduce la producción de saliva, haciendo que la boca se deshidrate y que aumente la probabilidad de sufrir xerostomía. La xerostomía irrita los tejidos blandos de la boca, facilitando la aparición de infecciones y caries, e incluso contribuye al mal aliento.

Todo este cúmulo de posibles patologías hace necesario que seamos capaces de encontrar una vía de escape a nuestro estrés diario para que ninguna parte de nuestro cuerpo salga perjudicada, tampoco la boca.

Si sufres de estrés y padeces alguno de los síntomas aquí descritos no lo dudes y acude a nuestra clínica dental en Alcobendas y San Sebastián de los Reyes para solucionarlo. ¡Llámanos al 91 629 47 23!